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Tal como combinado en la página anterior, voy a relatar qué cosas leí y que cursos hice para armar un PRV.

Pero debo relatar este antecedente:

En los 90 participé hasta una parte del curso ganadero del IPA dictado en Curticeiras, Rivera.

Cuando el técnico preguntó:

- qué podemos hacer cuando una vaca no entra en celo por estar amamantando?

Contesté:

- en ese caso, aplicamos una "técnica campera", separamos al ternero de la vaca, y ésta entra en celo a los pocos días.

El técnico me corrigió diciendo:

- no se trata de una técnica campera, y si de un estudio que confirma el aumento en los niveles de determinada hormona.

- Bueno, le respondí, eso es práctica común en campaña, perdone Usted.

- Joven, Ud no puede teorizar la práctica.

- Pero...para comprobarlo utilizaron el método científico, no? Observación, Hipótesis y eso, no?

- Por supuesto.

- Y qué fue lo que observaron? No se guiaron por ver como las vacas entraban en celo al quedar sin su ternero?

- Si.

- Entonces quien teoriza prácticas es Ud... mi bisabuelo se lo enseñó a mi abuelo, que se lo enseño a mi padre, que me lo enseñó a mi. Esto es en principio, práctica.

- Le reitero, Joven, no se puede teorizar la práctica.

- Pues le reitero, Profesor, Ud. es quien teoriza la práctica.

Y así seguimos en una típica conversación entre un sordo y un mudo. Fue cuando por primera vez me sentí fuera de contexto en el sistema productivo actual. Demás está decir que no concluí el curso, tomado por una desconfianza hacia el sistema bastante aguda. Como podrán ver, mi experiencia con cursos y técnicos no era de las mejores... así que resolví aislarme en el campo, desde ese momento hasta el 2009, quince años, momento en el que por insistencia de Andrés Berruti volví a abrir las porteras a un equipo técnico.

Hasta que un día se presentó frente a mí el sueño de todo desconfiado: la confirmación de que las sospechas tenían fundamento. A cada página que pasaba era atrapado por los argumentos, que desarmaban uno a uno los aprendidos en los cursos. Volvía a leer las páginas anteriores. Volvía a leer el libro entero. Y no hallaba contradicciones. Fue cuando resolví plantear la posibilidad de cambio a mi familia, pero esa parte ya la conté en entregas anteriores.

El motivo de tanto choque? Este libro:

El libro de este hombre me deshizo la ganadería como la había practicado hasta entonces, y todavía se dió el lujo de darme el manual para rearmarla.

Naturalmente que seguí recopilando información del pastoreo Voisin por donde fuera posible, y ya decidido a hacer uno propio, persistía el temor de meterse en algo complicado, ilusorio, que no pasara de un "modismo", como me lo advirtió un destacado técnico que me visitó. Me faltaba un impulso final.

Fue cuando mejoró la señal de internet en casa, pude navegar un poco más rápido, y encontré algo que pensé imposible hallar: un curso a distancia sobre diseño de PRVs! Caramba! Sería el impulso definitivo? Gran desconfiado, me puse a cavilar sobre la confiabilidad de algo así, con sede situada a miles de kilómetros de distancia, gente que no conocía, y para colmo, tenía que girar la plata antes de acceder al curso, cosa lógica, pero que genera recelos.

Ya viendo que lo único que podría perder serían los 300 U$ de costo, y medio "escondido", me fuí hasta Tacuarembó, entré a la única institución que hacía giros al extranjero, y cuando con mi aspecto rural pedí para hacer un giro a Colombia, el funcionario me miró sorprendido, razonó un instante y llamó a su superior. Con cierta amabilidad cautelosa el jefe me cuestionó:

- Ud desea girar dólares a Colombia, cierto?

- Así es.

- Tiene familiares allá?

- No, en realidad es para un curso de pastoreo.

- Ah, temas de iglesia?

- No, pastoreo racional Voisin.

Volvieron a mirarse los funcionarios, ahora si convencidos de que les estaba haciendo algún cuento.

-Me permitiría su documento?

Ahora la desconfianza cambiaba de lado. Rural, pero informado, entendí el preconcepto que existe con todo lo que se refiere a Colombia. Hice el giro y me retiré bajo la meticulosa mirada de los funcionarios, que me hicieron firmar mil cosas, quedaron con copia de mi identidad y por poco no me pidieron mi tipo sanguíneo.

Cuento este mal momento porque hoy, con tantos conocidos rurales colombianos puedo ver que son los mismos rurales uruguayos, las mismas carencias, la misma alegría, la misma pasión por el campo. Todos en la lucha para no abandonar la actividad, con sistemas productivos arcaicos e insustentables. La única diferencia que nos separa es que Colombia es un país rico que aún no lo sabe, y Uruguay un país pobre que aún no lo acepta.

Finalmente el 17 de enero del 2011, justo en la fecha combinada, abro mi correo y allí estaban las primeras lecturas del curso. Si el libro antes mencionado me había desordenado el cerebro, el curso empezó a darle forma al desorden. Un poco diferente de la educación tradicional, este curso sobre pastoreo racional enseña a... razonar. No pocas fueron las veces en que dejaba preguntas en el foro, y al no recibir respuestas, agarraba la regla, la escuadra, la calculadora y...a pensar. Aprendí de tal forma, que hoy me resulta verdaderamente fluida la construcción de un PRV de la nada. No me olvidaré mientras viva de las ecuaciones para calcular carga inicial, carga proyectada, etc. Realmente valió cada centavo invertido.

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Ya con el PRV en marcha, tuve acceso a otro libro fantástico, fuente permanente de consulta sobre pastoreo Voisin, que es éste:

Este autor le da al pastoreo racional un toque más práctico, relatando vivencias y experiencias diversas. Tuve el honor de recibir su visita en dos ocasiones, y acompañarlo en una histórica jornada en Durazno, en donde hablamos para doscientas personas, mayoría productores, con una aceptación realmente sorprendente. Este año lo acompañé en Corrientes, en otro histórico evento.

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Después de algunas dificultades, y con la ayuda de Federico Buzzi que me lo trajo de Argentina, logre acceder a este show de libro:

La visión de Arno Klocker es diferenciada por no haber sido formado en ciencias agrarias, y si como contador. Relata la matemática del fracaso de los sistemas ganaderos actuales, la equivocada forma de invertir grandes capitales ajenos antes de producir y coloca a los bancos en su debido lugar con su propuesta de "Servicio Mutuo Ganadero", algo que realmente me dejó de boca abierta. Brillante.


 

Y como todo lo rural a veces empieza por el fin para volver al principio, recién después de haber leído estos tres libros accedí a "Productividad de la Hierba" casi al unísono con "Dinámica de los Pastos", ambos de Voisin, y me animo a opinar que están ámbos realmente a la espera de que alguien, algún día, pueda quizá aproximarse a la excelencia de estas obras primas de la literatura agronómica.

Después de leerlos entendí por qué los académicos y pastólogos modernos omiten a sabiendas el nombre Voisin de las bibliografías y no citan su nombre a no ser para criticarlo. Es la impotencia. Cómo superar estos compendios espectaculares? No hay manera. Sus ediciones se encuentran agotadas en todo el planeta, a pesar de haber sido traducidas para varias lenguas. Yo mismo pude conseguir al primero en Inglaterra (por internet, claro, que nunca salí ni de la Cuchilla) y el propio Luis Carlos Pinheiro Machado me lo quiso comprar cuando se lo mostré...y al segundo, Dinámica de los Pastos, me lo prestó el casal Gustavo Garibotto - Mercedes Figari, a quien soy eternamente grato, no solo por el libro.

En estos días me ha llegado el original en francés de "La Productividad de la Hierba", gentileza de mis amigos Voisinistas Jules y Basile Mouton, al cual no le entiendo ni J. Aunque reconozco que tiene mucha similitud con el español, y que algo voy descifrando, es una ilusión, porque lo que capto es justamente por ya haber leído el libro en portugués. Incluso, cuando lo leo en voz alta, provoco las sinceras carcajadas de mis hijos, que no me perdonan una. Y lo cuento porque soy un convencido de que toda obra en su lengua original transmite lo que realmente quiso decir su autor, valga la redundancia. Jules y Basile disfrutan ese privilegio.

La búsqueda por información y opiniones no cesa, sigo encontrando autores y obras enteras hablando de lo mismo, y me sorprende que no se pueda divulgar de mejor forma este fabuloso método de vivir mejor sin gastar más.

Por ejemplo, si es Ud Uruguayo, no deje de leer este manual:

Se trata de un impecable resumen de todo lo visto hasta hoy sobre pastos, pensando en Uruguay. Lo tengo surrado de tanto que lo he leído. Joaquín circula por los conceptos racionales sin que se note. Incluso tuve una experiencia rara, con un amigo que leyó el manual y me dijo: "Si, lo que dice el libro está bien. Pero lo que me decís del método Voisin no te lo llevo". Me arrancó una carcajada y terminamos riéndonos juntos cuando leyó la bibliografía consultada.


 

Si es Ud. brasileño, especialmente del Rio Grande del Sur, puede leer este:

Que tema fué más discutido en nuestro querido Río Grande que este? Humberto Sorio desmenuza ese momento y pone en evidencia omisiones y contradicciones gritantes sobre las recomendaciones de carga adecuada previo al cuello de botella planteado por la reforma agraria en Brasil. Y obviamente recomienda al pastoreo Voisin como salida al problema.


 

Si desea adentrarse más al mundo de la agroecología, hoy está disponible este tratado de Pinheiro que desnuda algunas realidades y da una palabra de esperanza al mundo agropecuario, desde que se encaucen las fuerzas naturales a nuestro favor, en vez de seguir intentando dominar a la naturaleza. Insta a la investigación a buscar un nuevo camino, deconstruyendo y desconstruyendo saberes y aprovechando los avances tecnológicos por el bien del planeta.

Y claro que la lista no estaría completa sin las obras del gran maestro Nilo Romero, extraigo imágenes de internet para compartir sus capas, ya que yo los leí en fotocopias.

Bueno, ahí están algunos textos que lo harán pensar...bastante.

Existen otras obras no directamente relacionadas con el pastoreo racional que también son muy buenas, puedo recomendárselas, basta dejar un comentario solicitándolo.

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Buena lectura!

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